Telefónica recibe cerca de 300.000 peticiones de compra de iPhone en 20 días
Movistar y Telefónica O2 han recibido cerca de 300.000 peticiones de compra del iPhone 3G en la página de internet habilitada en España y el Reino Unido para registrar las órdenes cursadas por los usuarios interesados en el nuevo dispositivo, que se pondrá a la venta el próximo 11 de julio. Según reconocen fuentes de la compañía, del total de peticiones trasladadas desde el 4 de junio, fecha en la que por primera vez se anunció oficialmente su comercialización, y hasta el pasado martes 24, más de 120.000 correspondían al mercado español. Apple, fabricante del icono multimedia de moda, que ha revolucionado el mercado de la telefonía móvil mundial, confía en comercializar alrededor de 10 millones de unidades en 2008, cifra muy inferior a la estimada por el banco norteamericano Morgan Stanley, que calcula unas ventas de 27 millones millones de celulares.
Pese a todo, las futuras ventas del deseado iPhone no eclipsan otras realidades de Telefónica, cuyo consejo de administración se reunió ayer en el recinto construido por la operadora en la Expo 2008 de Zaragoza. Su presidente, César Alierta, lejos de mostrarse pesimista por la desaceleración de la economía internacional, confirmó que el grupo cumplirá al final del ejercicio con las previsiones avanzadas a los analistas financieros al término del primer trimestre del año para los mercados español, europeo e iberoamericano, que entre otras variables contemplan un crecimiento del 6 al 8% en los ingresos, y del 7,5 al 11% en el resultado bruto de explotación. Utilizando términos marineros, Alierta afirmó que «en Telefónica estamos acostumbrados a todo tipo de vientos y en este momento nos es favorable para conseguir los objetivos que nos hemos marcado». Para incidir en este compromiso, recordó que la operadora lleva diecisiete meses ininterrumpidos cumpliendo con las previsiones trasladadas a las bolsas e inversores institucionales y se encuentra en una confortable situación financiera, al punto de que «no tendremos que acudir a los mercados en los próximos años».
Pese a este optimismo moderado, Alierta reconoció que la desfavorable coyuntura económica ha aconsejado el retraso en la salida a Bolsa de Atento.